Hoy os enseño antes de que me vaya de vacaciones otra vez a marruecos, parte de un trabajo que realice hace 3 años, sobre la ciudad de Tanger.

 

 Tanger, ciudad decadente de pasado bohemio y carácter cosmopolita. Fue refugio, para escritores malditos, artistas variopintos, músicos y pintores de todas las procedencias. El Tanger de ayer, proyectado al mundo y el Tanger de hoy refugio de mafias y puerta de huida para muchos del infierno que se a convertido África. Ciudad hoy olvidada por la mayoría, llena de contrastes, tan cerca de Europa y a la vez tan lejana. Ya poco queda de aquella Tanger, refugio de intelectuales aburridos de la vida en Europa o América.. las viejas sombras de las fiestas sin limites que en ella se celebraron, ya no se reflejan en los grandes hoteles de estilo colonial que aun se conservan. Sin embargo la Tanger de hoy respira nostalgia de lo que fue y las miradas de sus habitantes solo se posan ya al otro lado del azul estrecho, donde se depositan tantos sueños y esperanzas.

 

 Fui a Tanger a fotografiar su carácter, pero en las apenas dos semanas en las que estuve, no fui capaz de decidir, cual de las dos ciudades retratar.El mito o la realidad… Las grandes mansiones que aun hoy se conservan, como muestra de su pasado glorioso, o las bandas de niños que se arremolinaban cerca del puerto esperando algún despiste para poder colarse debajo de algún camión que les llevara a España. Tanto contraste me abrumo, y opte por desechar tan ambicioso proyecto y reconocerme como otro turista mas que había ido en busca de un exotismo que ya solo se encuentra en la literatura o en el cine. Pasee mucho, hable con los tangerinos, leí, tome muchos tes con menta mirando el estrecho y al final me volví con mi idea de la ciudad, y con todas las preguntas sin respuesta que llevaba al ir.

 

La realidad es así que le vamos a hacer.

 

 Aitzol