La Boda de Oihane y Aitor en Berantevilla, fue muy especial para nosotros. Primero por la ubicación, un pequeño pueblito de la rioja alavesa con no más de 500 habitantes de donde es originaria la novia y donde a pasado gran parte de su infancia y adolescencia. Despues por lo bonito del entorno, los campos de trigo aun verdes, las amapolas rojas invadiéndolo todo, los caminos rurales que se pierden en ese mar de vegetación y las montañas que contrastan en un inmenso cielo azul. Con este fondo siempre es más fácil y gratificante sacar fotos, sin duda! Suerte pues la nuestra de poder ser testigos de ceremonias tan bonitas. Aitor es de bizkaia y desde allí se trajo a buena parte de sus familiares y amigos, aunque la pareja ahora por trabajo le toque vivir en Donosti. El enlace tuvo lugar en la vieja iglesia, que para el tamaño del pueblo era más imponente de lo que me imaginaba. Despues de la ceremonia y de la sorpresa que le tenían preparada la kuadrilla de Aitor, que le hicieron un aurresku de lo más currado. Nos fuimos ha hacer unas pocas fotos más entre viñedos y bodegas, con la maravillosa luz del atardecer cayendo ya sobre nuestra espaldas. Es lo que tienen las bodas de tarde, que podemos coincidir con las ultimas luces y eso se agradece mucho en las fotos. La verdad que me enamoraron los paisajes de la rioja alavesa, no me imaginaba que esta zona fuese tan bella. Tampoco tenemos que envidiarle tanto a la toscana, teniendo estos paisajes a escasas dos horas en coche.
Para el coctel y la cena la pareja eligieron la vieja bodega de casa la reina, ya en tierras riojanas. Un lugar con mucho encanto y muy bien decorado donde se come y se bebe espectacularmente como no puede ser de otra forma. la cena transcurrió tranquila y en un agradable ambiente familiar, y despues del baile, que abrieron los novios bajo las tenues luces, la fiesta prosiguió en la fresca noche riojana de finales de primavera.