Una boda en Baserri Maitea, ese precioso caserío vasco del siglo XVII ubicado en Forua, Bizkaia en el entorno de Urdaibai, una verdadera joya paisajista.
Sin duda un sitio fabuloso donde hacer una ceremonia de boda. Así que estábamos muy ilusionados de poder hacer la boda de Clara y Bernat en este bonito paraje.
El día amaneció con claros y cuando llegamos, el caserío se veía radiante. No obstante las previsiones del tiempo para ese día eran muy malas y no tardo en nublarse y empezar a llover a raudales. La verdad que fue una suerte contar en ese momento con las wedding planner bizkainas marketing for lemons ya que se coordinaron muy bien y ayudaron a ubicarse a todos los invitados que ya estaban viniendo. La boda sería vasco-catalana ya que la novia era de Bizkaia y el novio catalán.
Bernat enseguida apareció en escena y espero junto con los invitados en la carpa que había montada para la ceremonia, ya que esta iba a realizarse en el exterior en el terreno del restaurante baserri Maitea.
Clara apareció y salio del coche rodeada de un mar de paraguas, la entrada fue muy emocionante, había bajado bastante la temperatura y fuera llovía a mares, pero dentro de la carpa se estaba a resguardo y los calentadores hacían que el ambiente fuese más cálido.
La ceremonia fue muy divertida y emotiva. Un amigo de Bernat hizo de maestro de ceremonias y la verdad que le puso mucho desparpajo y talento a la cosa. Luego ya vendrían los discursos de padres y amigos que hicieron emocionar a los novios. Después de darse el mutuo si quiero, tenían preparado el aurresku de honor que un bailarín les bailo con mucha destreza.
Ese día debido al mal tiempo, apenas se pudieron hacer fotos de pareja, pero no importo mucho, ya que los alrededores del caserío son muy bonitos y las propias zonas resguardadas nos valieron para hacer unas cuantas fotos. Además quedo pendiente una postboda por la zona de la que aquí podréis ver el resultado.
El cóctel se hizo dentro del caserío Baserri Maitea, con la chimenea ya encendida, la decoración floral quedaba muy bonita en un entorno tan rustico. Una vez que entraron los invitados a la comida, empezó todo el jolgorio.. Risas, canciones, sorpresas, ramos de flores, un pequeño corto animado.. ¡Hubo de todo!
El baile y la fiesta seria también dentro del propio restaurante Baserri Maitea, con sus viejos techos de madera iluminados por los neones del Dj todo un placer como fotógrafos de boda poder hacer bodas así.